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Impresionantes tesoros encontrados con detectores de metales

Es innegable el atractivo que tiene la búsqueda de objetos con un detector de metales y la posibilidad de encontrar algo interesante o valioso. Aunque la mayoría de los buscadores tan solo suele encontrar chapas de las latas de refrescos, restos de metales inservibles y alguna que otra moneda de vez en cuando eso no les disuade y suelen persistir en su afán de dar con un hallazgo interesante.

Quien no ha soñado de niño y no de tan niño con encontrar algún tesoro. La literatura está plagada de relatos donde tal fantasía se hace realidad contribuyendo en gran medida a reforzar la idea de que tarde o temprano daremos con alguno de esos tesoros.

Los buscadores renuevan constantemente sus expectativas y cualquier objeto encontrado por insignificante que parezca se convierte en un pequeño tesoro a la espera del gran tesoro que aguarda en la próxima salida.

El hecho de estar en contacto con la naturaleza, de merendar en el campo, la camaradería en el caso de ir con más personas todo suma para que esta afición se convierta en pasión. Mucha gente que va a buscar setas o níscalos suele decir que el atractivo mayor es el hecho de ir a buscarlos y pasar el día fuera, salvo que para esas personas ese sea su medio de supervivencia.

En España la legislación para el uso de los detectores de metales es muy restrictiva y es posible encontrarse con serios problemas si no se investiga sobre la manera correcta de poder practicar este entretenimiento. Las leyes del Patrimonio Nacional y en muchos casos las regionales dictan que es necesario tener un permiso para cualquier prospección y/o remoción del suelo con carácter arqueológico y que carecer de ese permiso se considera un delito contra el patrimonio.

Está claro que es importante proteger el patrimonio histórico y los yacimientos arqueológicos pues de esa manera se puede recomponer el puzle de la historia, pero sería interesante que se creara algún marco legal y claro para poder ejercitar esa afición sin miedo en zonas determinadas y acotadas que lógicamente estén alejadas de yacimientos arqueológicos o lugares considerados como Bien de Interés Cultural

Cada país tiene su propia legislación y dentro de un mismo país puede variar según las regiones o provincias. Por ejemplo, en Inglaterra es obligatorio dar a conocer los hallazgos a las autoridades inmediatamente, pero del valor de tasación del tesoro se entrega un 50% que debe dividirse a partes iguales entre el que localiza el tesoro y el propietario de la finca donde aparecen los objetos.

Lógicamente están obligados a respetar los yacimientos arqueológicos, los parques naturales y monumentos o edificios históricos. En Estados Unidos parece que el Gobierno se queda con un 20 % del tesoro para los museos y estudio arqueológico y el 80 % restante se divide entre el que lo localiza y el propietario de la finca aunque es posible que la legislación varíe en cada Estado.

Esos márgenes de recompensa a los buscadores tan altos como en Estados Unidos no son habituales en otros países y la norma general suele ser que cualquier tesoro pertenece al patrimonio del estado incluso si el hallazgo se produce en una finca propiedad de la persona que encuentra el tesoro.

Tanto en España como en cualquier otro país cualquiera que desee practicar esta afición debe informarse a fondo de las normativas de la zona donde quiere detectar y pedir las autorizaciones pertinentes, de no hacerlo de esa manera es muy probable que termine surgiendo algún problema. Conviene inscribirse en alguna asociación que generalmente están al día en cuanto a las normativas y que intentan concienciar en la importancia de respetar el medio ambiente, el patrimonio, etc.

Aun así, cada uno tiene que informarse personalmente de la legislación por si en la asociación tienen la información desfasada pues las leyes de protección del patrimonio cambian constantemente o por si no siguen los criterios éticos recomendados en un asunto tan delicado. De no estar muy bien informados en esa asociación podrían inducir a sus asociados a cometer un delito incluso aunque no lo hiciesen con mala intención.

En Sevilla por ejemplo está prohibido practicar la detección incluso en sus playas entonces si una asociación organiza una quedada para practicar la detección allí podría estar cometiendo una falta grave y sus asociados también se verían implicados en las responsabilidades que se pudiesen derivar.

En cualquier caso, parece que la legislación obliga, incluso en la detección en las arenas de las playas a comunicar los hallazgos de los objetos que se encuentren pues tales objetos se consideran como objetos perdidos o desaparecidos y existe la posibilidad de encontrar al legítimo propietario.

Se han dado casos de buscadores de tesoros que tras encontrar en la playa varias pulseras o anillos de oro con iniciales han intentado luego venderlos en alguna casa de compraventa de oro sin haberlos llevado ni declarado previamente a las autoridades y se han encontrado por desconocimiento con una multa importante.

En muchas revistas y sitios especializados en detectores y búsquedas de tesoros animan a comprar costosos y sofisticados aparatos para la detección y en algunos casos pasan por alto mencionar la complejidad para poder desarrollar la detección sin complicaciones.

También es muy importante tener en mente que algunos objetos enterrados pueden ser peligrosos pues no es infrecuente que los buscadores se topen con alguna bomba, objetos cortantes pues abundan los cristales, tuberías de gas o cables eléctricos y un largo etcétera.

Al encontrar un artefacto militar hay que comunicarlo a las autoridades inmediatamente para que procedan a retirarlo y por descontado si nos topamos con un enterramiento o un sitio con valor arqueológico también es obligatorio informar con celeridad del hallazgo. De no hacerlo así aparte de ser un delito grave estaríamos impidiendo el estudio de la línea histórica de esa zona.
Incluso con una autorización para practicar esta afición en alguna finca concreta es obligatorio comunicar cualquier hallazgo relevante.

Quizás resulte machacona esta insistencia en el asunto de la legislación, la seguridad y la ética, pero tal y como están las cosas hay que investigar pues el desconocimiento de las leyes no exime de su cumplimiento.

Dicho lo anterior aquí va un listado con algunos de los tesoros encontrados gracias a la detección de metales que a más de uno le hará soñar una temporada.

Lógicamente existen muchos más tesoros encontrados con detectores y sería interminable la lista. Aquí hemos recogido datos sobre el lugar donde han aparecido algunos de ellos y sobre su valor material aproximado, pero el valor para los arqueólogos y para los amantes de la historia es incalculable.

 

Collares o Torques de Leekfrith – Año de su localización: 2016 – Valor estimado: $339.300 – £265.499 – 307.883 € – País: Reino Unido

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Tesoro cerca de Wickham Market – Año de su localización: 2008 – Valor estimado: $381.000 – £298.129 – 345.722 € – País: Reino Unido

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Tesoro de monedas en Frome – Año de su localización: 2010 – Valor estimado: $388.000 – £303.607 – 352.074 € – País: Reino Unido

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Pepita de oro en Mojave – Año de su localización: 1977 – Valor estimado: $400.000 – £312.996 – 362.963 € – País: Estados Unidos

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Cáliz de oro del Santa Margarita – Año de su localización: 2008 – Valor estimado: $413.000 – £323.169 – 374.759 € – País: Estados Unidos

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Copa Ringlemere – Año de su localización: 2001 – Valor estimado: $522.000 – £408.460 – 473.667 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Shapwick – Año de su localización: 1998 – Valor estimado: $530.000 – £414.720 – 480.926 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Milton Keynes – Año de su localización: 2000 – Valor estimado: $581.000 – £454.627 – 527.204 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Newark – Año de su localización: 2005 – Valor estimado: $602.000 – £471.060 – 546.260 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Winchester – Año de su localización: 2000 – Valor estimado: $689.000 – £539.136 – 625.204 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Stirling – Año de su localización: 2009 – Valor estimado: $737.000 – £576.696 – 668.760 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Lenborough – Año de su localización: 2014 – Valor estimado: $1.640.000 – £1.283.285 – 1.488.149 € – País: Reino Unido

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Pepita de oro llamada la Bota de Cortez – Año de su localización: 1989 – Valor estimado: $1.850.000 – £1.447.608 – 1.678.705 € – País: México

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Tesoro de Galloway – Año de su localización: 2014 – Valor estimado: $2.600.000 – £2.034.477 – 2.359.260 € – País: Reino Unido

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El casco Crosby Garrett – Año de su localización: 2010 – Valor estimado: $2.790.000 – £2.183.150 – 2.531.668 € – País: Reino Unido

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Pepita de oro conocida como Mano de la Fe – Año de su localización: 1980 – Valor estimado: $2.820.000 – £2.206.625 – 2.558.890 € – País: Australia

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Tesoro de monedas de Jersey – Año de su localización: 2012 – Valor estimado: $3.194.925 – £2.500.000 – 2.899.100 € – País: Reino Unido

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El tesoro de Hoxne – Año de su localización: 2009 – Valor estimado: $4.089.504 – £3.200.000 – 3.710.848 € – País: Reino Unido

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Monedas de oro del galeón español naufragado en 1715 – Año de su localización: 2015 – Valor estimado: $4.728.489 – £3.700.000 – 4.290.668 € – País: Estados Unidos

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Tesoro de Staffordshire – Año de su localización: 2009 – Valor estimado: $5.200.000 – £4.068.953 – 4.718.521 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Somerset – Año de su localización: 2018 – Valor estimado: $6.389.850 – £5.000.000 – 5.798.200 € – País: Reino Unido

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Tesoro de Derrynaflan – Año de su localización: 1980 – Valor estimado: $15.100.000 – £11.815.614 – 13.701.859 € – País: Irlanda

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Proyecto Cisne Negro o tesoro del Odyssey – Año de su localización: 2007 – Valor estimado: $617.000.000 – £482.796.947 – 559.870.652 € – Localizado a 180 millas al oeste de Portugal

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Nota: Las cifras pueden variar según diversas fuentes de información o la época en la que se redactó el artículo.

¡Hasta pronto!

See you soon!